miércoles, 4 de junio de 2008

Bendito pavo!!


Buenas!!! Qué mala y que buena es la adolescencia!! Tan pronto eres una persona dulce y comprensiva, como que tus hormonas hacen el baile de san vito y eres la persona más insoportable del mundo. Y es que es una edad de cambios continuos. Las hormonas están a tope y los cambios en el cuerpo empiezan a hacerse más que evidentes y los cambios de humor también. Es curioso como los niños de un curso para otro se convierten en hombrecitos con sus pelillos en el bigote y las niñas en mujercitas con sus vergüenzas y demás cambios. Recuerdo como una profesora de mi colegio se pasó muchísimo con uno de mis compañeros cuando el primer día de clase mientras pasaba lista le dijo "vaya si ya te ha salido bigote". El pobre Javier no sabía donde meterse.


Todos pasamos esa época, mejor o peor, pero realmente quienes sufren esos cambios son los padres y familiares. Hoy he estado con una de mis sobrinas y tenía uno de esos días. Es un solete, todo sea dicho de paso, pero cuando se pone insoportable no hay quien la aguante. Pero como digo, todos hemos pasado por eso y siempre tenemos unos padres o unos hermanos mayores que nos lo recuerdan continuamente. Sé de algún caso de niñas con tanto pavo que no querían entrar a una farmacia a comprar compresas u otras que chantajeaban a sus hermanas por pasta. Hay de todo y la verdad es que el pavo es insoportable. La edad de inicio no está muy clara. ¿12, 13 o 15? Y lo peor de todo es que la fecha de caducidad tampoco, hay algunos a los que les dura toda la vida y para muestra un botón http://www.20minutos.es/noticia/11098/0/edad/pavo/alarga/. En fin, que bendita adolescencia.


Y es que tener niños cerca siempre es enriquecedor y tener a una "pava" cerca te ayuda a recordar tiempos pasados y esos cambios que tenemos olvidados en el fondo de nuestras mentes y que siempre es bonito recordar, es bonito recordar esos amores imposibles, esas clases infumables, esos exámenes de tres temas que nos parecían una eternidad, esos primeros besos, la primera vez que probamos lo prohibido, que mentimos a nuestros padres, que hicimos pellas... Son tantos momentos que cuando uno mira atrás desde su madurez parecen un abismo. Pero precisamente ese abismo es el que tenemos que salvar para darnos cuenta de que nosotros también vivimos eso con la misma intensidad con la que lo hacen ellos y sin olvidar que un día fuimos "pavos" y que fueron los mejores años de nuestra vida.
La vida no se mide por el número de respiraciones que tomamos sino por los momentos que nos dejan sin respiración y en la adolescencia es un "sin respiración" continuo.
Por cierto, a la "pava" de la familia decirla que la adoro. Lo dicho que te pique un bicho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hola blaca o como t llames soy la pava lo 1º la pav@ eres tu y por cierto cuando me he duchado me ha salido la nieve del pelo ( caso clarísimo k eres tu la pav@) yo no he hecho ni la mitad de las cosas k hay pone y te dejo pork mañana tengo examen de lngua (final) a si ke bye chai y .... perdonadas?

a2 y lo siento si soy pesada pero sorry I can´t be perfect

muaksssss!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

fea!!!!!!!

BACLA dijo...

Estás perdonada. No cambies nunca que me encanta como eres aunque seas un poco "hauehdncgagagdad".

Una tras Otra dijo...

Señorita Bombón!Me alegro mucho de que hayas lanzado tu blog, porque en esta red necesitábamos algo de clase.
Seré una de tus mayores fans.
Nos vemos eh, loca!!

Un beso de los gordos.
Ah, por cierto, yo no tuve edad del pavo... la tengo ahora... jijiji