Semana dudosa

Mañana empieza la huelga de transportistas. Todos en pie de guerra contra el gobierno para pedir que trabajar no les cueste dinero. El precio de la gasolina es prohibitivo para todos. Si a nosotros llenar el depósito de 95, como es mi caso, nos cuesta ya 50 euros, calcular cuánto cuesta llenar un camión. Y es que no les sale rentable trabajar. Los particulares en algunos casos podríamos prescindir del coche pero los camioneros no. Es su medio de trabajo, de vida y su sustento.

Es increíble como desde el gobierno se hable de desaceleración y en ningún momento de crisis. Y para mí la hay. Esto no es como las brujas y el dicho gallego. Es un hecho que España no va bien, que algo está pasando, que cada día está todo más caro, la comida, la gasolina, la luz... la vida en general... La construcción está fatal y de ahí comen cientos de miles de familias, los transportistas hartos de gastarse una millonada en llenar el depósito, los agricultores viendo que por cada tomate les pagan una misería y que luego en el mercado se venden cuatro veces más caros... y así podría estar poniendo ejemplos un buen rato. Pero claro para el Gobierno no es mas que desaceleración, ¿desaceleración de qué? Como sigamos desacelerando a este ritmo, llegará un momento que la economia se gripe como un motor y no habrá mecánico que lo solucione.

Esta tarde, como otra decena de personas, he ido a la gasolinera a llenar el depósito. Tenía delante de mi surtidor 10 coches y en los otros cinco otros tantos. He estado hablando con el gasolinero y me ha dicho que como mañana lunes no llegue el camión cisterna, a mediodía se quedan sin gasolina porque ellos no tienen depósitos. Y como ellos cientos de comercios están temblando. Los centros comerciales han estado a tope todo el fin de semana. La gente es previsora y no es para menos porque esto es la pescadilla que se muerde la cola.

Habrá que esperar a que vaya avanzando la semana para ver las consecuencias de la huelga pero desde aquí quiero animar a todos a compartir la lucha de todos aquellos que se ponen en huelga. No es fácil para ellos, porque pierden mucho dinero pero más pierden si siguen entrando por el aro del gobierno. Ayer escuché una solución que podría dar un ultimatum al gobierno en caso de que no lleguen a un acuerdo: cortar las carreteras con camiones atravesados en todas las vías de entrada y salida de las grandes ciudades y de las que no lo son tanto. Es una locura porque afectaría a todos pero con ella se asegurarían de que son escuchados, porque estoy segura de que todos los que aposentan sus culos en sillones ministeriales tienen las neveras bien llenitas de comida y bebida para que no les afecte la huelga y luego decir que la incidencia de la misma está siendo mínima.

Siempre es una faena que alguien se ponga en huelga pero es la única forma, tras meses y meses de protestas, de que se les escuche. Y muchos trabajadores tendríamos que tomar ejemplo y dejar de pasar por el aro de jefes déspotas o empresas explotadoras que saben que juegan con hipotecas, bocas y familias enteras para aprovecharse de sus trabajadores.

Mañana empieza la huelga...